Catástrofes desde la antigua Roma hasta hoy que han replanteado la reglamentación de puertas de seguridad

Catástrofes desde la antigua Roma hasta hoy que han replanteado la reglamentación de puertas de seguridad

En este artículo haremos un recorrido por algunas de las catástrofes que más impacto han tenido a lo largo de los años y que han replanteado, de alguna manera, la reglamentación de las puertas de seguridad.

Incendios

El fuego ha sido una de las grandes preocupaciones de los gobernantes de la antigüedad y, ya en el antiguo imperio romano, se organizaban las primeras brigadas de extinción de incendios.

El gran incendio de Roma que arrasó la ciudad en el año 64, bajo el reinado de Nerón como emperador, se puede considerar como una de las catástrofes más importantes de aquella época y, actualmente, las causas que lo provocaron y su verdadero alcance, siguen sin estar del todo claro. Según los historiadores se cree que, al menos, cuatro de los catorce distritos que formaban la ciudad fueron, totalmente, arrasados y otros siete, seriamente, dañados junto con algunos de los edificios más importantes.

A partir de ahí, se implantaron nuevas regulaciones constructivas para evitar los incendios, con diseño de calles más anchas y zonas cortafuegos dentro de la ciudad; podríamos decir que comenzaron a establecerse las primeras medidas de protección para combatir los incendios y fue el inicio de la sectorización para evitar su expansión. 

Muchos son los incendios que se han producido a largo de los siglos y que han marcado la reglamentación y las medidas de protección que, actualmente. se aplican, así como la regulación del uso de puertas cortafuegos.

Recordamos el incendio que tuvo lugar en Zaragoza en el Hotel Meliá Corona de Aragón en el año 1979 y que revolucionó las medidas de seguridad en España. El edificio que no contaba con puertas cortafuegos ni con compartimentación que confinara el incendio, produjo la muerte de 78 personas. Tras este suceso se llevaron a cabo importantes cambios en las ordenanzas municipales de incendios, la elaboración de una norma estatal de protección contra incendios, el refuerzo de las inspecciones de las instalaciones y la necesidad de ser más rigurosos en la reglamentación, incorporando los avances informáticos del momento.

En 1983, la capital de España vivió una de las peores catástrofes de su historia con el incendio que se produjo en la Discoteca Alcalá 20.  La falta total de medidas de seguridad y sistemas de protección, escaleras de emergencia largas y estrechas y salidas de emergencia cerradas y mal señalizadas, entre otras deficiencias, acabó con la vida de 81 personas. En aquel momento solo Madrid y Zaragoza contaban con una ordenanza contra el fuego y tras este suceso se reforzó la legislación relativa a las puertas cortafuego y se impusieron más controles y medidas de seguridad para la apertura de este tipo de establecimientos.

Las puertas cortafuegos ofrecen un nivel de máxima protección y un elevado grado de resistencia al fuego y están, especialmente, diseñadas para instalaciones que deban de cumplir la normativa de sectorización según el código CTE (Código Técnico de la Edificación) y la normativa de fuego y de evacuación.

Explosiones

El accidente de Fukusima en Japón se considera como uno de los accidentes nucleares más importantes de la historia en el que, tras el terremoto y el tsunami del Tōhoku el 11 de marzo de 2011, la planta nuclear de Naraha sufrió una serie de incidentes incluyendo cuatro explosiones distintas. Una de las mayores dificultades a las que se enfrentaron fue la proximidad de las salidas y medios de emergencia al epicentro del problema produciéndose bloqueos en la zona.

A partir de este accidente, la industria química tuvo que replantearse la implementación de medidas de seguridad más exigentes y el uso de puertas anti explosión y puertas de alta resistencia sísmica para todas aquellas instalaciones sensibles expuestas a accidentes industriales como explosiones, detonaciones y deflagraciones o explosiones terroristas.

Además, se crearon los edificios CAGE (Centro Alternativo para la Gestión de Emergencias) concebidos para gestionar situaciones de emergencia muy severas que se puedan producir ante una incidencia grave en las instalaciones de una central nuclear, permitiendo desarrollar con la máxima seguridad todas las funciones de mando y control. Estos edificios están, relativamente, alejados de la central nuclear, en zonas más elevadas y están dotados de puertas cortafuegos y antisísmicas.

El desastre de Seveso tuvo lugar en una pequeña localidad italiana en el año 1976, en la que una explosión en una planta industrial generó una nube de dioxina tóxica que se esparció por toda la ciudad de Seveso y otras 10 comunidades aledañas, con consecuencias traumáticas para la población y el medioambiente.  

Tras esta catástrofe se dio paso a nuevas reglamentaciones sobre seguridad industrial. Entre ellas, La “Directiva Seveso” de la Comunidad Europea busca mejorar la seguridad de emplazamientos que manejan grandes cantidades de productos químicos peligrosos y obliga a los países europeos a identificar las zonas industriales con riesgos y a adoptar las medidas apropiadas para prevenir los accidentes graves en los que estén implicadas sustancias peligrosas que afectan sobre la salud humana, los bienes y el medio ambiente.

Armas de fuego

El terrorismo y los atentados con armas de fuego constituyen una de las amenazas más graves para la seguridad mundial, un problema creciente no sólo en zonas militares sino, también, en el sector público y civil.

Como el tiroteo llevado a cabo en Paris en el año 2015 contra el semanario satírico Charlie Hebdo, en el que dos hombres enmascarados y armados con fusiles de asalto y otras armas entraron en sus oficinas disparando hasta 50 tiros y matando a 12 personas e hiriendo a otras 11.

Las instituciones, cada vez, más conscientes de esta gran amenaza y buscan medidas para reforzar la seguridad de sus edificios y empleados. Soluciones como puertas y ventanas antibala son, cada vez más, necesarias para prevenir y proteger contra este tipo de ataques ya que ofrecen la máxima protección contra las armas de fuego; incluyendo el ataque con arma Kalashnikov, en concreto la AK-47, uno de los fusiles con uso más extendido en el mundo y el preferido por los yihadistas y delincuentes en los últimos atentados que se han producido en Europa: los atentados del 13N de París, el anteriormente mencionado de la revista Charlie Hebdo y el atentado contra el tren Thalys Amsterdam – París, entre otros.

Para dar respuesta a las necesidades de protección contra ataques con este tipo de arma, Gunnebo Integrated Security fue la primera compañía en diseñar y fabricar una puerta antibala resistente a la Kalashnikov AK-47.

Sobrepresión

El 24 de marzo de 1999 se produjo una de las mayores catástrofes automovilísticas de Europa: el Incendio en el Túnel de Mont Blanc. El túnel, de 11kms excavados bajo las montañas más altas de los Alpes franceses que conectaba Francia e Italia, ardió durante 53 horas, tras el incendio provocado por un camión. El fuego se propagó muy rápidamente en el interior del túnel donde fallecieron 39 personas. Al no disponer de puertas de evacuación el incendio tuvo consecuencias dramáticas.

A raíz de este gravísimo siniestro, se reforzó la reglamentación europea de seguridad en túneles de carretera (Directiva 2004/54/CE) obligando a incorporar: salidas de emergencia cada 500m como máximo, refugios o zonas seguras protegidas con puertas de sobrepresión combinadas con cortafuegos y con salida al exterior y sistemas de seguridad en cuanto a iluminación, ventilación, detección de incidentes, cámaras de seguridad, etc.

Las puertas de sobrepresión ofrecen la máxima protección en los accesos a rutas de evacuación en situaciones de incendios y en condiciones de sobrepresión en túneles de metro, tren o carretera.

Antiefracción

El creciente desarrollo del sector de data center conlleva la necesidad de implementar medidas de seguridad y protección para hacer frente a los riesgos a los que exponen, diariamente, estas infraestructuras críticas: incendios, accesos no autorizados, robos y otros actos vandálicos.  

La instalación de puertas anti efracción en las zonas de entrada de los CPD’s ofrecen un elevado nivel de seguridad ante estos riesgos y se encuentran reguladas por el estándar europeo EN 1627; 28; 29 y 30.

Un caso de siniestro en un CPD es el incendio que se produjo, por un fallo eléctrico, en el Data Center Telven de Madrid en el año 2008 en el que los servidores de importantes empresas españolas sufrieron caídas durante 13 horas.

Es evidente que la reglamentación y el uso de las puertas de seguridad en todas sus versiones (cortafuegos, anti explosión, antibala, sobrepresión y anti efracción) ha venido marcado por los sucesos catastróficos que se han sucedido a lo largo de la historia. Desde organismos institucionales, entidades públicas y privadas hasta infraestructuras críticas de cualquier índole, la necesidad de implementar medidas de seguridad muy exigentes es una realidad.  Las puertas de alta seguridad, en entornos de máximo riesgo, se convierten, hoy en día, en un requisito indispensable.

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